Hoy dedicamos la clase a la forma y a la proporción. Nos medimos y
tratamos de determinar qué proporciones del Hombre de Vitruvio se daban también
en nuestros cuerpos.
Yo sigo las proporciones de Da Vinci en los siguientes aspectos: mi altura son cuatro codos (que en mi caso son 42 cm) y mis brazos miden lo mismo que mi altura, 168 cm.
Difiero, sin embargo, en que mi altura son seis cabezas y media y no ocho, y mi cara no está dividida en tercios perfectos, sino que mi frente y mi barbilla miden 6 cm y el resto 7,5.
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